Correr por la playa: ventajas y desventajas
La sensación de libertad, el sonido relajante del mar y el contacto con la naturaleza pueden ser alguno de los motivos que te lleven a cambiar el asfalto por la playa, pero ¿es bueno correr por la arena? Te contamos lo que necesitas saber antes de correr por la orilla del mar:
Cuando corres por asfalto, los músculos soportan un gran impacto, sobre la arena ese impacto es aún mayor, por lo tanto, la musculatura del pie y los músculos de las piernas van a trabajar con mayor intensidad. Mejor utiliza zapatillas, estas están pensadas y diseñadas para devolver parte de la energía proyectada contra el suelo, al hacerlo descalzos se pierde ese retorno de energía y son los músculos los que deben trabajar extra.
Correr por la playa puede ser beneficioso, siempre y cuando tengas en cuenta ciertas precauciones, la inestabilidad de la superficie provoca que los músculos trabajen con más intensidad por lo que ganarás potencia y un mayor fortalecimiento de las articulaciones y ligamentos. Además, gracias a la humedad del mar se mejora la respiración, las bajas presiones hacen que tardes más tiempo en fatigarte; por otro lado, el agua del mar tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios que te ayudan a desinflamar posibles lesiones y a desinfectar y cicatrizar heridas. A nivel psicológico, nos sentiremos más relajados y con motivación extra para los entrenamientos.
Mejor correr por la zona húmeda puesto que es más estable que la zona seca, donde el pie tiende a hundirse más y aumenta el trabajo muscular. Por lo tanto, si decides correr por la playa este verano, alterna correr con caminar para adaptarte de forma progresiva y evitar lesiones, deberías hacer entrenamientos más cortos para evitar sobrecargas y lesiones.
La crema solar es imprescindible, además de gafas de sol y gorra, para protegerte de los rayos solares y hay que llevar especial cuidado con la deshidratación. Asegúrate de correr en ambas direcciones, para permitir que las piernas corran con la misma inclinación y en periodos cortos, por ejemplo 500 metros hacia un lado y 500 para el otro. No olvides hacer un buen calentamiento y estirar, sobre todo si eres una persona que no está acostumbrada a hacer ejercicio.
Conclusión, correr por la playa es una buena opción si eres precavido, disfrutarás al máximo de la carrera, terminarás con un buen baño en el mar y conseguirás un efecto relajante maravilloso.
¡Así que, ponte tus zapatillas y disfruta. Cada paso te llevará más cerca de tu mejor versión!
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