Layering: qué es y por qué deberías practicarlo todo el año
Quizá hayas oído hablar del layering pero te surjan dudas sobre su significado. Aunque el nombre suene muy actual, es algo que se viene practicando desde siempre, sobre todo a la hora de planificar una salida en invierno o entretiempo.
¿Qué es el layering?
Seguro que te ha pasado… Madrugas para un entrenamiento y sales con un par de grados alrededor de cero. Después de un par de horas el día mejora y la intensidad del ejercicio te hace entrar en calor. Te enfrías en una bajada, de nuevo calor en una subida y así hasta que llegas a casa.
Sería genial que existiera una prenda que se ajustase a estos cambios, a veces más bruscos, otras veces más suaves. Pero la realidad es que cada prenda cuenta con unas características concretas que no sirven para todos los momentos.
¿Y si combinamos varias prendas para unir confort térmico, transpirabilidad y protección contra el viento o la lluvia ligera?
De esto trata el layering, de añadir capas a tu equipación para poder adaptarlas a cada momento.
Ahora que ya sabes qué es esto del layering, aquí tienes varias razones por las que deberías apuntarte a esta (no tan nueva) tendencia.
Beneficios del layering en ciclismo
1. Adiós a la humedad.
No hay nada más incómodo que una prenda que no deja transpirar. Cuando la humedad se condensa en el cuerpo, las rozaduras aparecen mucho más.
2. Regula la temperatura corporal.
La posibilidad de añadir o quitar capas es ideal para regular la protección o transpirabilidad de las prendas a lo largo de la salida, dependiendo de si rudas en llano o afrrontas una subida, si pasas de un pico de montaña a una carretera a pie de playa, o si de repente lo que era un día soleado se convierte en un diluvio universal.
3. Ahorra dinero.
No se trata de tener una prenda para cada ocasión, sino de combinarlas entre ellas para conseguir el resultado deseado. Menos es más.
Al final, en un momento en el que nos preocupamos cada vez mas por el planeta, el consumo responsable va muy de la mano de esta técnica, que nos permite ahorrar dinero y consumir con cabeza.
4. Aumenta la versatilidad de tus prendas.
Imagina que puedes utilizar una misma prenda para distintos usos.
No descartes el conjunto de maillot y culotte corto con los primeros fríos, si lo combinas con unos manguitos o unas perneras puedes protegerte del frío de primera hora y adaptar
Ahora que hemos revisado los beneficios del layering, quizá te ha picado el gusanillo y te apetece probar. Si es así, aquí tienes unos consejos para dominar el layering en cualquier estación.
¿Cómo aplicar el layering en verano?
En verano las temperaturas altas, el calor insoportable y las quemaduras solares son el peor enemigo del ciclista… Por no hablar de la pérdida de agua.
A simple vista podrías pensar que cuanta menos ropa, mejor… Sin embargo, no siempre esto es así. Te proponemos una combinación por capas que te encantará.
Primera capa: Camiseta interior sin mangas.
Aleja la humedad de la piel y favorece la evaporación. Con la camiseta interior en contacto con nuestro cuerpo evitamos rozaduras y, aunque no lo parezca, ganamos en frescor.
Segunda capa: Maillot Supreme.
Esta segunda capa es la que está en contacto con el exterior, se enfrenta a caídas, ramas y roces varios.
Puedes combinar el maillot Supreme con el culotte Supreme Black, ultra compresivo, con tirantes Pro Fit a prueba de rozaduras y badana Gavia, apta para rodadas de más de 6 horas.
Accesorios como la gorra y los calcetines son muy necesarios en verano, porque protegen del sol además del aporte estético.
Tercera capa: Chaleco Pro Yellow.
Esta capa es optativa y dependerá de la zona en la que te encuentres y si necesitas un extra de protección contra el viento. En pleno verano es de agradecer un poco de aire refrescante, pero si planeas subir a cierta altitud, es posible que la temperatura se desplome y esta capa extra sea de gran ayuda.
¿Cómo aplicar el layering en invierno?
Vale, en invierno el número de capas aumenta… Sobre todo en esas épocas en las que el tiempo parece estar un poco loco.
Primera capa: camiseta interior sin mangas.
En este caso, además de mantener la piel seca y favorecer la evaporación, la camiseta interior aporta un extra de protección contra el frío.
Segunda capa: maillot de invierno Warm.
Su tejido afelpado en el frontal se combina con un tejido transpirable en la parte trasera, por lo que puedes evacuar la humedad mientras mantienes la temperatura. El ajuste perfecto en los puños impide la entrada de aire cuando alcanzas gran velocidad.
El culotte largo Thermo es el favorito para estas temporadas invernales, aunque si te espera un entrenamiento o carrera de alta intensidad, o si la previsión meteorológica es variable, puedes combinar un culotte corto Kuum con unas perneras.
Las perneras son una de las prendas favoritas de los fans del layering, y es que te permiten convertir un culotte corto en largo cuando lo necesites y bajarlas de forma rápida cuando quieras, incluso en movimiento.
Tercera capa: Un extra de protección.
La tercera capa es la más variable.
La chaqueta Warm Pro es tu mejor elección cuando una ligera lluvia amenaza con acompañarte. Puede sustituir al maillot Warm si esperas temperaturas de entre 7 y 12 grados.
Si solo necesitas protección contra el viento, el chaleco Pro es efectivo y muy ligero. Puedes guardarlo en tu bolsillo trasero cuando no lo necesites más y favorece la transpiración gracias a su tejido Mesh en la parte trasera.
Si lo prefieres, la chaqueta Summit añade mangas con las mismas prestaciones del chaleco Pro.
Accesorios: la guinda del pastel.
Sii ya has escogido las capas que necesitas, ahora piensa en los accesorios… Manguitos para proteger los brazos mientras usas un maillot de manga corta, braga para el cuello, bandana, pañuelo o gorra para mantener cabeza y garganta protegidas y evitar resfriados.
Consejos para dominar el layering
Como cualquier técnica, el layering tiene sus normas. Si tienes en cuenta estas claves, serás capaz de escoger las prendas idóneas para cada ocasión.
Transpirabilidad o protección.
Los tejidos más transpirables permiten que el aire circule con facilidad entre sus fibras. Si buscas una barrera total contra el viento o la lluvia, deberás “renunciar” a la transpirabilidad.
Trata de escoger prendas con tejidos combinados en frontal y trasera. La mayoría de veces necesitarás más transpirabilidad en la espalda y más protección en la parte delantera, que recibe más intensidad de viento.
En estos casos añade siempre la capa interior, que separa la humedad del cuerpo y la lleva hacia capas más exteriores.
Ligereza o confort.
Es obvio que cuantas más capas utilices, más peso añadirás. Si para ti prima la ligereza, y siempre que no llueva, la chaqueta paravientos puede ser de gran ayuda en combinación con capas de abrigo inferiores, porque aporta protección con el mínimo peso.
Practica y mejora.
Lo ideal es que utilices la mínima cantidad de prendas posible de acuerdo a las condiciones meteorológicas. Ya sabes que no es muy cómodo cargar con una prenda que has usado cinco minutos…
Pero no te pases de optimista. Recuerda que la seguridad es lo primero y en más de una ocasión deberás sacrificar la ligereza por un extra de abrigo.
Utiliza tus entrenamientos para probar distintas combinaciones y escoge la ideal para ti.
Ahora que conoces estos consejos para dominar el layering, solo queda una cosa: ponerlo en práctica.
¿Te animas a aplicar el layering en cualquier estación o lo dejas para el verano?