¿Preparado para un ironman?
¿Preparado para un Ironman? Muy poca gente está listo para un Ironman, ni física ni psicológicamente. Sus 3,86 km de natación, sus 180 km en bici de carretera y sus 42,2 km de carrera a pie lo convierten en una grandiosa hazaña completarlo. En Faster Wear te damos 5 consejos para que puedas terminarlo:
Primero: El poder del Entrenamiento Cruzado o “Transferencia”
El triatlón está formado por tres disciplinas distintas, pero coordinadas. No podemos entenderlo como tres deportes independientes. Lo que quiere decir que si comenzamos a entrenar triatlón y nuestro deporte de procedencia es la natación, el ciclismo o el atletismo, el volumen de entrenamiento para nuestra especialidad va a disminuir considerablemente, con el objetivo de mejorar en las otra dos.
Esto no debe alarmarnos ya que gracias al entrenamiento cruzado entre disciplinas, no vamos a disminuir nuestras mejores marcas en nuestro deporte de precedencia, sino que el entrenamiento cruzado nos va a permitir mejorar en nuestro deporte también, ya que todo lo que hacemos en cada una de las disciplinas trae beneficios en las otras dos. Las disciplinas del triatlón se complementan a la perfección.
El entrenamiento cruzado nos permite aprovechar las cargas realizadas en una disciplina para realizar menos volumen en otra disciplina obteniendo los resultados esperado en ambas disciplinas. Además, entre las diferentes ventajas encontramos: incremento en el rendimiento reduciendo el tiempo de entrenamiento, reducción del riesgo de lesiones y disminución de la carga en ciertos músculos del cuerpo.
Imagina que vamos a realizar una carrera a pie en una sesión por la mañana y entrenamiento de natación por la tarde, podríamos rodar en el rodillo con la bicicleta para el calentamiento antes de salir a correr y así reducir la carga provocada en las articulaciones al correr.
En resumen, a la hora de planificar un entrenamiento de triatlón debemos de hacerlo de manera conjunta entre las tres disciplinas. La principal ventaja de un entrenamiento de transferencia es que con menos horas y menos kilómetros en cada una de las disciplinas conseguiremos mejoras mayores.
Segundo: El descanso es tan importante como el entrenamiento
El descanso debería considerarse una sesión de entrenamiento más, tan importante como todas las otras, incluso más. Nosotros recomendamos un día entero de descanso a la semana.
Lo ideal es cuadrar el entrenamiento para que dicho día sea después de dos sesiones de entrenamiento duro. Este descanso completo nos ayudará en el proceso de adaptación y mejorará el rendimiento en el resto de sesiones de entrenamiento.
No escuches a esos triatletas que dice “Cuanto más, mejor.”, ya que si no le das al cuerpo el tiempo suficiente para recuperar, lo entrenamiento no tendrán el efecto deseado y aumentarás el riesgo de lesiones.
Tercero: Busca objetivos intermedios
Corre un par de triatlones como parte de tu preparación para el Ironman, te beneficiarán tanto físicamente (por la adaptación) como psicológicamente (por la motivación). Además, te permitirá poner en práctica muchos aspectos del Ironman cómo la nutrición previa de la carrera, el calentamiento, las transiciones entre disciplinas durante la prueba, la estrategia de alimentación e hidratación…
Estas carreras sirven para practicar tu plan y poder mejorarlo antes del Ironman. Si todo sale bien, estupendo, ajusta donde puedas y preparado, y si sale mal, ya sabes donde puedes aprender y mejorar.
Llegar a la competición con confianza en nosotros mismo y nuestras posibilidades es una parte muy importante del éxito en dicha competición.
Cuarto: Céntrate en un entrenamiento técnico para la natación
La natación es un deporte muy técnico en comparación con el ciclismo y el atletismo. Por tanto, no se debe entrenar de la misma manera, se debe prestar más atención a la técnica y menos al volumen en sí. Ya que una mejora en la técnica nos puede ayudar a mejorar tiempos y kilómetros fácilmente
Muchos cometen el error de entrenar nadando 4.000 metros a menudo, nosotros aconsejamos nadar esa distancia un par de veces antes de la carrera para darnos ese empujón psicológico anterior al Ironman.
Nadar largas distancias, lo que acumula fatiga en los músculos, no mejora la técnica y dificulta la mejora a largo plazo. Es recomendable hacer sesiones cortas de 1.500 metros y perfeccionar la técnica del crol.
Quinto: Descansa bien antes del gran día
La semana anterior a la competición es el momento de dejar que el cuerpo descanse, desconecte y que se regenere para estar al 100% el día de la carrera y puedas obtener todo el rendimiento del entrenamiento que has realizado durante meses. Evita pensar que durante esta semana en que si no entrenas estás perdiendo el entrenamiento que ya has realizado, no es así, cumple tu planificación y no te la saltes.
Es posible que durante esta semana tengas más sueno, te sientas más cansado, etc., pero esas sensaciones son ideales ya que el cuerpo se está reservando para el gran día, no te preocupes, dale descanso, hidratación y muy buenos alimentos. El día de la competición estarás al 100%!
Esto es todo, sigue nuestros consejos, prepárate bien y entrena duro y tú también serás un “Finisher”.